martes, 21 de marzo de 2017

Monteando en el Sauzal

Hoy voy a hablar de una montería en la que prima la calidad, a la cantidad. Pero no me refiero a la cantidad de reses, si no a la calidad de la gente y del ambiente de esta montería.

La finca de la que hablo es el Sauzal. El Sauzal es una finca que me trae unos recuerdos un tanto agridulces, dulces porque ahí junto a mi amigo Finito fue donde nos aventuramos a organizar nuestra primera montería en solitario y agrios porque nos hizo el peor día que os podéis imaginar, viento, niebla, agua...mucha agua,  y las cosas no salieron como hubiéramos querido, en fin, son cosas que pasan.


Esta finca es propiedad de unos familiares de un buen amigo mío, Finito.

Finito junto a su tío Migue son los que se encargan de organizar esta montería familiar, en la que abunda el buen ambiente y las cosas bien hechas.

Un servidor junto a los artífices, Finito y Migue


Junto con la invitación a la montería, Finito, siempre aconseja reservar habitación en un hotel que hay cerca de la finca, sabe de sobra que se de como se de la montería, el buen ambiente y las copas no van a faltar.

Quedamos siempre para la junta en un hotel cercano a la finca. Las mismas caras todos los años y muchos familiares de Finito son los que se dan cita allí aquel día. Tras unas palabras de Finito, unas indicaciones, un "Viva España" y un rezo por parte de su madre Isabel, nos dirigimos a los puestos.

Finito junto a su madre Isabel


Los puestos que me suelen dar Finito y Migue siempre son espectaculares, le comento que con ver la montería me es suficiente y siempre se porta dándome verdaderos puestos de vistas impresionantes y en los que siempre se ve caza.

Espectacular puesto en el que se puede ver parte del Sauzal


Como será la montería de entretenida que hasta mi novia, que no suele acompañarme a las monterias, esta no se la pierde nunca.


Isa, Nico Priego y ¨Turco¨




No se me olvidará como anécdota, hace un par de años, poniendo una armada, y habiendo dejado en el puesto número uno a nuestro amigo Victor, mientras me dirigía a mi puesto que sería el último, recibí un whatsapp de Victor en el que me mandaba una foto de un venado que se acababa de apiolar, trofeo digno de cualquier finca abierta.

Victor Garcia, Nico Priego y ¨Turco¨
Tras la montería lo que siempre está claro que no va a fallar es la comida y la fiesta. Llegamos al cortijo y ponemos en común lo que cada uno haya llevado, mientras Finito va preguntando uno a uno, que le ha parecido la montería, el puesto que le ha tocado, si ha visto algo...

Tras la comida, viene lo bueno, la guitarra, el cajón, alguien cantando... y en el mejor de los casos sacará su tío Migue una batería que junto con  varias guitarras y demás instrumentos harán que se monte allí una orquesta...Copas y más copas mientras la noche va cayendo y el frío va calando.


De izquierda a derecha; Borja, Quique Vicente, Finito, Nico y Fary



De izquierda a derecha; Fary, Tere, Carlos, Finito, Isa, Nico, Borja y Victor


Una montería de las que gustan, de las que ves la caza como algo secundario, ya que vas con la intención de pasar un día entre amigos, comer, berber... y si además tienes la suerte de tirar, pues te sale el día redondo.








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